¿quién era? No lo sé. Se movía de una manera tan rematadamenete voluptuosa que me picaban los ojos de no pestañear.
Ahora quería saber quién era y moverme también. Pero esta vez quería moverla yo.
La observaba de una manera que se sintió en la obligación de dirigirse hacia mí.
-Qué coño miras.
Vaya, se trataba de este perfil duro, este que es divertido, si, ese que desde que quieras moverte con ella lo haces porque en realidad nunca a tomado una decisión.
No sabe hacerlo. Esta vez el destino y yo decidiríamos por ella.
No le respondí, la cogí de por la camisa con tanta furia que no supo reaccionar.
La metí en el baño. También le partí el cuello.
Lo hice sin darme cuenta, no creo que fuera la primera vez.
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